No es raro encontrar comentarios en donde se ve que no existe un aprecio o conciencia del verdadero trabajo de un maestro.
La verdad es que ellos no solo educan, también se convierten en consejeros, modelos a seguir, personas que más allá de su labor como docentes están para ayudar a sus alumnos.
Por supuesto, no todos son así, pero son muchos los que van más allá de lo que se supone es su trabajo.
Entre los maestros modelos esta, Jonathan Oliver, un entrenador y profesor de educación física dentro de la escuela elemental WG, en Estados Unidos. Este docente fue objeto de reconocimiento por su labor más allá de sus actividades.
El suceso
Lo que paso es que, dentro del entrenamiento del equipo de baloncesto de la escuela, la niña Kristen Paulk, necesitó de un favor del maestro, que recogiera su cabello en una cola de caballo.
El maestro no dudo y pronto se puso a cumplir con la encomienda, por supuesto, tuvo que arrodillarse. Lo que no sabía es que estaba siendo grabado por Kandice Anderson, una maestra de la escuela.
A la maestra le pareció tan tierno que pronto compartió el vídeo por las redes sociales, lo que hizo que el entrenador fuera blanco de atención.
Para Oliver, no fue sorpresivo, es decir, el percatarse que había suscitado tanta atención, el que para él fue solo un gesto y una simple cola de caballo. Pero evidentemente para los demás significo mucho más.
